Cuando veo el mar en la también mi Málaga, no siento lo mismo que con el Ebro, que cruza España de Norte a Este y nutre el Mediterráneo....
Pero en Logroño es el juego de la oca, de puente a puente y al final conduce al otro lado, al de lo seres que recordamos y lo fueron todo.
Recuerdo a mis padres en noviembre, pasando frío al cruzar los puentes y siempre como un ritual que me fascinaba.
A pesar del calor, lo he hecho también y me ha dado fuerzas y ánimo para recordar quién soy y de dónde vengo.
Son muchos los 36 años fuera...
Pero en Logroño es el juego de la oca, de puente a puente y al final conduce al otro lado, al de lo seres que recordamos y lo fueron todo.
Recuerdo a mis padres en noviembre, pasando frío al cruzar los puentes y siempre como un ritual que me fascinaba.
A pesar del calor, lo he hecho también y me ha dado fuerzas y ánimo para recordar quién soy y de dónde vengo.
Son muchos los 36 años fuera...
No hay comentarios:
Publicar un comentario